Oct 19, 2007

A mi amigo Miguel Abanto

Hay tanto por hacer amigo inerte,
¡Ay!, me lo decías susurrando y nada digo
Has vuelto mi mirada hacia los hombres,
hacia lo absurdo, hacia la nada,
arrastrando mis difuntos,
desentrañando mis frustraciones.
Quise verte amigo mío y no lo he conseguido,
intenté escucharte y parte de mi no te quiso.
Mañana será tu día. ¡Intentarás hablarme!,
¡Ay!. eh de pedir a Dios alcanzarte en el cielo,
donde habitas desde hoy.